Mapa físico de España
El relieve de España es el conjunto de accidentes geográficos de España. Está caracterizado por una gran variedad de paisajes fruto de la presencia del mar que rodea la península, las cadenas montañosas y las llanuras que forman la región.
El territorio de España se distribuye entre la península Ibérica (representa el 97,5% del territorio nacional), los archipiélagos balear y canario, las ciudades de Ceuta y Melilla en el norte de África. Además, incluye otras posesiones menores no continentales como las Islas Chafarinas, Vélez de la Gomera y el peñón de Alhucemas, así como la isla de Alborán, las islas Columbretes, y una serie de islas e islotes cerca de las costas peninsulares.
La zona peninsular presenta unos rasgos típicamente mediterráneos, a pesar de la diversidad existente. Con una altitud media elevada de 600 metros s.n.m. (Solo superada en Europa por Suiza), una configuración montañosa periférica, costas rectilíneas y llanuras litorales poco anchos, ayudan a acentuar la diversidad.
Las principales litologías están directamente relacionadas con las etapas de formación del relieve. Durante el plegamiento herciniano se configuró el zócalo paleozoico de predominio silicio, el Mesozoico es un periodo erosivo y sedimentario en que se constituyen los materiales calcáreos que se pliega durante el Terciario con la orogenia alpina configurándose los materiales arcillosos que ocupan las depresiones y las llanuras litorales. Las Islas Baleares son predominantemente una prolongación de los Sistemas Béticos y Canarias tienen origen volcánico.