Mapa político mundial que representa la superficie de la Tierra, centrándose en las divisiones creadas por el hombre en lugar de en las características naturales.
En él se destacan principalmente:

Países y sus fronteras: Líneas que delimitan la extensión territorial de cada Estado.
Colores diferenciados: Cada país suele representarse con un color distinto para facilitar su identificación, aunque el color no tiene significado político real.
Capitales y ciudades importantes: Marcadas con símbolos (por ejemplo, un punto o estrella para la capital).
Nombres geográficos: Países, capitales, ciudades principales, océanos, mares y en ocasiones regiones internas o provincias.
Fronteras internacionales: Líneas continuas o punteadas, a veces con distinto grosor para diferenciar fronteras disputadas o no reconocidas.
Islas y territorios dependientes: Mostrados junto a sus países administradores, aunque estén en regiones lejanas.
Escala y leyenda: La escala indica la proporción, y la leyenda explica símbolos y colores utilizados.
El objetivo de este mapa político mundial es mostrar cómo está dividido el planeta según las naciones y sus límites, facilitando la comprensión de la organización geopolítica actual.
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